Alma



Hay belleza cuando podemos contemplar nuestra propia mortalidad reflejada en el devenir de las cosas. Las cosas que aparecen y desaparecen, que nacen, y mueren.

Podemos hallar belleza en lo que habitualmente se considera feo, por ejemplo en aquello que está gastado, que es tosco al tacto y no está pulido. 


Podemos encontrar belleza en aquello que no tiene una función precisa, que es ambiguo y que es relativo.





No significa retirar el tejido invisible y conexivo que de alguna manera une los elementos en un todo singnificativo.

Tampoco quiere decir, ni mucho menos, disminuir el interés que pueda tener algo, la cualidad que nos obliga a mirar de nuevo a ese algo, una y otra vez.

¿Quién paga la cuenta?


El primer video está en inglés, el segundo en castellano.

Mí mariposa blanca...




Cada era, cada generación tiene unos supuestos inherentes, cosas que damos por sentadas, que pueden ser ciertas o no.
La fe tiene un aspecto dual. Uno consciente y otro inconsciente. 


El aspecto consciente está conceptualizado en una serie de creencias o dogmas. El inconsciente es un sentimiento de confianza o fe en la vida, que subyace al dogma y que infunde vitalidad y sentido a la imagen.




A menudo, ajena a esta relación, la gente ve al dogma como la fuente de su fe y se siente impelida a apoyarlo contra todo aquello que cuestione su validez.


Textos combinados